Esta primera serie se centra en la adaptación de la primera parte de la novela gráfica en la cual se base el anime, realizandose la segunda parte en la segunda sesion de esta producción.
La obra nos narra la historia de Okazaki Tomoya, un joven que tras la muerte de su madre y la trágica relación con su padre (hundido en el alcohol y el juego), comienza una desarrollar una personalidad cerrada e indiferente.
Todo esto cambia cuando conoce a Furukawa Nagisa, una chica peculiar con la que entablará una amistad especial. Poco a poco ambos personajes irán conociendo o re-conociendo a terceras personas que enriquecerán su mundo, pero que al mismo tiempo les presentarán nuevos problemas y desafios.
Poco a poco se empeizan a presentar las relaciones existentes y deseadas entre los diferentes personajes de la serie, relaciones factibles en algunos casos, imposibles en otros.
La serie combina el drama con algunos toques de humor, aunque este controlado, ya que no podemos considerar que se trata de una comedia.
La obra se va componiendo por pequeños arcos argumentales que poseen a uno de los personajes como el centro del mismo. En estos arcos se presenta un problema o deseo y el camino a recorrer para poder solucionarlo, si es que existe tal solución.
Se trata de una historia emotiva que no cae en el melodramatísmo extremo de manera recurrente, sino que compone la obra con toques de humor para que no resulte demasiado dramática, y de esta forma hacer más disfrutable el visionado.
Se trata de las adaptaciones de Kei más conseguidas y con mejor resultado. En ella se controlan elementos que en las obras precedentes se mostraban más exagerados para favorecer la narración de los acontecimientos.
Es cierto que algunas resoluciones chocas con el estilo que se nos pretende mostrar, alejándolo de una visión "realista" a un aspecto más fantasioso, no en vano, la obra posee varios elementos de fantasía en su contrucción.
A pesar de ello, la serie puede resultar interesante en su visionado. Es una obra entretenida que hará las delicias de los amantes del género. Además, el hecho de no caer de manera excesa en el melodrama es de agradecer, no en vano, la temática de la obra es muy propensa al melodrama.
Por Iván Rodríguez
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