martes, 4 de diciembre de 2012

Entrevista a Kenny Ruiz en el Expocómic

Ruiz Kenny comienza su andadura en el mundillo de la series con el álbum erótico "El Libro de las Tentaciones". Tras esto pasará un tiempo dedicado a la ilustración.

Kenny Ruiz posa con un regalo que le acababan de hacer

Por fin crea "Barcelona", obra única premiada en el salón del cómic de Barcelona de 2005 (Mejor obra, guión y autor revelación).

Pero su historial con los galardones no termina ahí, sino que con la trilogía "El Cazador de Rayos" (2004-2007) ganará los premios del público a la mejor obra y dibujo.

Actualmente trabaja en la serie "Dos Espadas", y completa su CV siendo profesor de la escuela de Cómic Joso y la E.S.D.I.P.

En la pasada edición del Expocómic pudimos hablar con él en una entrevista muy amena y agradable.

¿Cuáles son tus influencias?

" "Alita", "Akira", "Los Caballeros del Zodíaco", "Dragon Ball"... Yo soy hijo de la generación en la que el manga nos explotó en la cara, entonces consumí todo aquello como si fuera un torrente, pero también leía "X-Men", porque lo compraba mi hermano... Y me gustó mucho Frank Miller cuando era pequeño. Luego la verdad es que siempre digo, me repito un poco con esto, pero siempre digo que la mayor influencia que siempre he tenido han sido los colegas que me han rodeado, porque siempre he tenido mucha suerte de estar rodeado de mucha gente que dibujaba muy bien: primero mi hermano mayor, luego Óscar J. Vargas, Javier Recio, Francisco Porcel. Y son la gente que realmente han formado mi estilo. Estar cerca de gente que dibuja es como más se aprende."


"El Navegante" fue tu primera obra y la has retomado varias veces. ¿Qué tiene de especial?

" "El Navegante" es un gran personaje vehículo, porque no está centrado en un universo concreto ni tiene una regla fija, sino que es un personaje con muchos huecos que el espectador puede rellenar por sí mismo. Me permite contar pequeños sentimientos, pequeñas sensaciones que tengo y que las veo muy difíciles de albergar en una historia  más grande. Cuando tengo una idea concreta que me hace falta soltarla y no encuentro la manera de hacerlo en un guión en el que esté trabajando, "El Navegante" siempre me sirve de escapatoria. La verdad es que me encantaría mantenerlo durante toda mi carrera e ir intercalando una o dos historias al año."


Tu primera serie es la obra erótica "El Libro de las Tentaciones". ¿Qué aprendiste con esta obra?

"Todo. Aprendí todo, porque no sabía nada... Cuando empecé era totalmente cateto y no tenía ni idea de nada. Pero sobre todo aprendí a sentarme a la mesa y no levantarme hasta que acabara la página, que era lo más importante. Aprendí muchísimo, muchísimo de, cómo decírtelo, del oficio, de cómo no tener que hacer la mejor página, la página que más te gustaría hacer, sino la mejor página que puedes hacer en las circunstancias que tienes, en el tiempo que tienes, con las limitaciones que tienes... Yo no sabía hacer nada, nunca había pintado una página de cómic y, de pronto, tenía que hacer ocho páginas de cómic al mes, a dibujo, tinta y color; y guión que, aunque parezca mentira, "El Libro de las Tentaciones" tenía guión. Y además, lo obvio, que es la anatomía. Aprender anatomía haciendo cómic porno es, si te propones hacerlo bien, la mejor manera porque, evidentemente, no puedes esconder nada, no puedes camuflar con ropa, ni siquiera con elementos de escenario. Todo lo que hay tienes que dibujarlo bien. Y yo a parte, como era mi primer tebeo, me propuse tomármelo de una manera muy didáctica y que cada página, realmente, supusiese un reto, entonces era casi un ejercicio más que un proyecto real, y la verdad es que aunque como álbum no estoy totalmente satisfecho porque estaba muy verde, como evolución creo que quizás sea la época en la que más he aprendido."



"Barcelona" fue un éxito indiscutible. ¿Te lo esperabas? ¿Cómo te sentiste?

"Para nada, no me lo esperaba para nada, porque era un tebeo que lo ideé superrápido, fue muy caprichoso... Yo nunca había pensado hacer un tebeo de esas características y bueno, me sobrevino así en un momento muy desenfadado y me lo tomé de una manera muy desenfadada, todo lo contrario de lo que había hecho hasta ese entonces, que siempre había pensado los proyectos con mucha dedicación. Esto para mí era casi un descanso, entonces así me lo tomé y así me esperaba que fuera: un tebeito que pasaría desapercibido pero que me serviría para descansar de "El Cazador de Rayos". Entonces claro, cuando empezó a funcionar tan bien, me sobrepasó, la verdad. Curiosamente era lo que mi editor de Francia, Paquet, veía venir, o sea, él creía que "Barcelona", desde el primer momento, iba a funcionar mejor que "El Cazador", y siempre ha estado detrás de mí para hacer una continuación, ¡fíjate!.


Me sentí..., como si todo mereciera la pena. Creo que fue uno de esos momentos en los que llegas a una pequeña cima de las que te habías planteado escalar. Es cuando sabes que todavía te queda muchísima montaña que subir y probablemente nunca se acabará esa montaña, pero sí que llegué a un nivel en el que dije: "Vale, parece que no lo hago mal, parece que mis tebeos funcionan un poco, por lo menos". Y eso es una tranquilidad porque aunque trabajes, aunque te contraten, hasta que no sientes la aprobación del público, yo al menos, vivo en una incertidumbre muy mala, en la que todos los días me pregunto si lo hago bien, si lo hago mal, y la mayoría de los días acabo pensando que lo hago mal, entonces, tener algún tipo de señal por parte del público -en este caso fue a través de los premios- de que lo haces bien, sin lugar a dudas fue como una especie de garantía de que podía seguir haciéndolo durante más tiempo. La verdad es que tengo un recuerdo genial de aquel cómic."



Y, hablando de "El Cazador de Rayos", que también fue premiada. ¿Cómo surgió esta historia y en qué te inspiraste para crearla?


"Bueno, surgió como trabajo de la Joso, donde estudié un año y medio. En el segundo curso, en esa mitad de año, tuve una asignatura con José María Beroy, que fue un profesor genial, sobre un proyecto. Cada uno tenía que presentar un proyecto sobre una cosa que se llama "El argumento universal", que es la historia de "Jasón y los Argonautas", historia en la que todos los personajes persiguen un deseable absoluto. Entonces Beroy nos propuso que cada uno de nosotros encontrara un deseable absoluto que fuese valioso para los personajes y, dándole vueltas a esto, un día hablando con los colegas en la playa, después de estar en clase, empezamos a hablar de los rayos y qué pasaba si te caía un rayo en la cabeza y tal; tonterías de éstas con cerveza, y alguien dijo: "Joer, es un montón de energía lo que hay en un rayo, si la utilizara alguien sería útil". Y alguien lo soltó y dijo: "Sería como un cazador de rayos", y me gustó un montón el nombre y pensé aplicar ese concepto al deseable absoluto que quería Beroy. Entonces, lo uní en una especie de batidora con todas las cosas que me estaban apasionando, que me habían apasionado durante mucho tiempo. Siempre he sido un fan de los futuros distópicos y de la ciencia ficción post-apocalíptica como "Mad Max", "Akira". Y justo en esa época, había leído el cómic que más me influenció para "EL Cazador de Rayos", que es "Grendel Tales: Guerra de Clanes", de Biukovic y Macan, y ese cómic me replanteó un montón de tesis nuevas y cosas nuevas que quería hacer, entonces todas esas incertidumbres se juntaron y encontraron su hueco en esa premisa de "El Cazador de Rayos". Aunque empezó siendo como un trabajo de clase, como dejé la escuela a mitad de ese año, lo mantuve vivo dentro de mí mientras trabajaba de freelance y en cuanto tuve la oportunidad, me lancé con él y la verdad es que estoy muy orgulloso de ese trabajo."



Ahora mismo estas realizando una nueva trilogía, la de "Dos Espadas", ¿cómo se te ocurrió esta historia? ¿Qué forma tienes de seducir a los lectores a través de ella?

" (Se ríe) Mira, seducir a los lectores es como seducir a una mujer: nunca sabes cómo lo haces. Si sale, sale, y si no sale, pues tienes que intentarlo de otra forma, y ya está. O sea, que ni siquiera sé si seduzco a los lectores de verdad, yo hago lo que a mí me gusta y lo que creo que, de alguna forma, la gente necesita, pero es solo un punto de vista, no tengo una técnica clara para eso. El caso de "Dos Espadas" fue por mi hermano pequeño, que entonces era mucho más pequeño, y estaba jugando con sus colegas al juego de "Naruto", el "Shippuden..." no sé qué, y los vi en el salón jugando y me vino un flash-back de cuando yo era pequeño y jugaba a lo de "Dragon Ball", y pensé que era guapísimo ver a chavales de catorce y quince años peleándose y decidiendo qué personaje molaba más y cuál tenía más carisma y qué técnica es la que te gusta, y tal. Y pensé que todos mis tebeos hasta la fecha no tenían esas virtudes, ninguno de mis tebeos podía inspirar a chavales de quince años a hacer algo así, entonces decidí que quería hacer eso, aunque era algo contraproducente a nivel profesional, porque parecía que el mercado no daba hueco a productos de ese tipo, me apetecía mucho hacer eso, era lo que realmente quería hacer desde pequeño, hacer tebeos que fueran ilusionantes y que no fueran para gente madura, sino para cuando eres adolescente y todas las emociones las tienes a flor de piel. Eso es lo que quería, entonces empecé a buscar, a intentar entender qué era lo que hacía que "Naruto", "Dragon Ball", "Bleach" y estas series así tengan éxito, entonces creo que llegué a la conclusión de que lo grande del shônen japonés es que utilizan cosas de su folclore y las cuentan de una manera exaltada: los ninjas, las artes marciales, los shinigami... Siempre son conceptos que para ellos están muy asumidos, pero para nosotros, que somos extranjeros, nos parecen exóticos, aunque en realidad si hablas con un japonés, todos esos conceptos no les parecen para nada exóticos, son normales en su vida, lo que pasa es que al contarlo de una manera tan exagerada, cogen un nuevo nivel. Aplicar esa teoría a mi propia cultura es lo que me llevó a "Dos Espadas"; tenía que pensar qué hay en la cultura española que tenga características tan exóticas y que a un extranjero le puedan parecer asombrosas y, pensando varias cosas, encontré la esgrima española y, hablando con un colega, me explicaba que en el siglo XVII los esgrimistas españoles éramos temidos por todo el mundo porque teníamos un estilo característico que era el de las "dos espadas" y que fuera de España se consideraba un estilo de ladrones y asesinos. Esa historia me pareció perfecta, entonces a raíz de ahí, fue documentarme un montón, leerme un montón de cosas, releerme todos los shônen que me habían gustado de pequeño y construir este universo de Cira."



¿Nos puedes avanzar algo del último tomo?
(spolier)


"¡Va a ser la hostia! (Se ríe) No sé..., espera, voy a intentar darte algún spoiler que no sea... Bueno, creo que va a ir..., esto es negativo, ¿vale?  Creo que va a ir muy rápido, porque cualquier lector de "Dos Espadas" sabe que hay muchos frentes abiertos y quiero dejarlo más o menos cerrado casi todo, así que, por lo tanto, va a tener mucha densidad. Pero sí que hay algo que, aunque no va tener todo el tiempo que me gustaría o que un manga japonés podría tener, ¡qué hijos de puta que tienen tantas páginas!, va a haber un torneo de esgrima, y entonces quiero sacar varios esgrimistas distintos. Esto es la primera vez que lo digo, así que tienes un spoiler total aquí. Es algo que quiero decir bastante antes de que salga el cómic porque me gustaría hacer un concurso o que la gente participase de esto porque, como sé que no voy a tener muchas páginas para este torneo, sencillamente va a ocurrir en la ciudad y hay algunos elementos que tienen que suceder para la historia, pero no voy a tener el tiempo que tendrían en "Dragon Ball", que duraba ocho tomos cada torneo. Va a ser un poco anecdótico, pero sí que me gustaría que fuera del tomo lo pudiéramos vivir un poco más, y a lo mejor hacer eso: algún concurso en el que la gente diseñe sus personajes o por lo menos, expandir un poco el universo en ese aspecto."



Una de tus obras recientes es la de "Malefic Time: Soum". ¿Qué se siente al forma parte de un proyecto así?

"Pues es muy desbordante, porque estoy muy acostumbrado a que todo lo que hago solo depende de mí, y todo me cuesta mucho trabajo. Cada pequeño paso que tienes que dar estás muy solo y muy perdido y tienes que asumir muchas responsabilidades continuamente. En cambio, en "Malefic" somos un equipo muy grande y de artistas con mucho talento, entonces es todo lo contrario, nunca te sientes desamparado, siempre que tienes que tomar una decisión compleja puedes consultar con tus compañeros, en este caso con Luis y con Rómulo, sobre todo, que son los creadores del universo y que lo conocen a la perfección, entonces, cada duda que tienes o cada decisión compleja, la puedes poner en debate con ellos y te dan otro punto de vista, otra opinión, otra manera de verlo, y completan siempre el trabajo. La verdad es que ha sido una experiencia muy diferente y muy agradecida, porque creo que me ha costado mucho encontrar un guión que me gustara y que cupiese en el universo de ellos, pero me he sentido muy respaldado todo el tiempo, además han estado todo el tiempo impulsando que hiciera algo que fuera propio de mí y nunca han intentado imponerme nada y eso ha sido una sensación genial, poder colaborar con gente que confía en ti; solo por eso, ya es cojonudo. Luego como encima el tebeo creo que ha quedado muy bien, pues se convierte en una experiencia bastante inolvidable, la verdad es que es un tebeo muy especial. Yo creo que sí se nota. Si al final ha quedado bien o mal, no puedo hacer más, pero si cuando lo lees notas que pertenece a algo más grande, entonces el lector sentirá lo mismo que yo sentía mientras lo hacía."



Además, "Le Mystère Nemo", obra para la cual has realizado el dibujo, ha llegado a esta edición del Expocómic, ¿cómo te sientes? ¿Qué has aprendido con esta obra?

"Bueno, "Nemo" ha sido un proyecto muy largo, he estado cuatro años trabajando en ello y ha sido muy muy muy duro porque es todo lo contrario de lo que hago normalmente por mi propio pie. Es un cómic muy clásico, con una narrativa muy clásica, inspirado en una obra a su vez muy clásica y a la que hay que tener el máximo respeto, como la de Julio Verne. A parte, el guionista Mathieu, aunque él y yo hemos acabado siendo muy buenos amigos, hemos tenido nuestras discrepancias, entonces ha sido un esfuerzo por parte de los dos... Y por otra parte muy enriquecedor aprender a ver cómo el otro enfocaba la historia, y aunque no fuera la manera en la que yo lo hacía originalmente o él no lo hacía originalmente, entender que el otro también tenía cosas muy importantes que contar, en un punto se hizo muy interesante. Así que esto ha supuesto un reto todo el tiempo porque he tenido que aprender a narrar de otra manera totalmente distinta y los trucos habituales que suelo utilizar para que las páginas queden dinámicas no las podía usar porque iban en contra de lo que el editor y el guionista querían contar. Entonces creo que ha sido una transformación, y creo que he aprendido otra manera distinta de hacer cómic. Ahora, a toro pasado, una vez hechos los tres tomos, me siento superbien con el trabajo porque creo que ahora tengo otro registro más. Ahora cuando se me ocurra o me surja la idea de hacer un proyecto más serio y más para un público más adulto, ya sabré cómo afrontarlo, en cambio, cuando empecé "El Misterio de Nemo", no tenía ni puta idea, siempre trabajaba para un público adolescente y esto era una cosa muy difícil de afrontar. Yo creo que el lector, en esta edición que ha sacado Dolmen, que es fantástica, por cierto, la acabo de ver y me encanta cómo está; lo mejor es que pueda leer los tres tomos seguidos. Entonces verá que el principio del primer tomo se parece más a lo que hago habitualmente, y conforme va avanzando, el estilo de narración y dibujo van madurando, y creo que en el tercer tomo, ahí es donde realmente yo encontré el equilibrio entre lo que ellos me pedían (el editor y guionista), y lo que yo quería contar, y creo que del tercer tomo estoy muy orgulloso. La verdad es que me hubiera gustado empezar ahora la serie y poder hacerla todo el tiempo con esa experiencia, pero también es bonito poder leerte un cómic y notar el viaje artístico que han hecho los autores a la vez que los personajes."


Kenny Ruiz firmando ejemplares en el Expocómic


Además del tercer tomo de "Dos Espadas", ¿qué proyectos de futuro tienes?

"Pues infinitos. Tengo demasiados proyectos, me va a explotar la cabeza algún día de sobredosis. La verdad es que creo que debo tener hiperactividad o algo así, porque cada tres días quiero hacer otra cosa distinta. Por lo pronto, me estoy metiendo mucho en la animación y estoy colaborando con la escuela E.S.D.I.P., que tiene una productora de cortos de animación en la que trabajan los alumnos y me gustaría trabajar cada vez más en ese medio, Ahora estoy trabajando más a nivel de story-board y me gustaría en algún momento llegar a poder escribir algún guión, porque me parece un medio superbonito y donde tengo mucho que aprender, y hay un montón de artistas de otro género que me enseñan continuamente y esta experiencia me está gustando mucho porque puedo aportar cosas que vienen del cómic y que en la animación no se hacían del todo así. Entonces, me siento útil, pero aparte, cada día estoy aprendiendo cosas nuevas y me gustaría tener cada vez más proyectos de este tipo.

También estoy colaborando con unos juegos de rol didácticos que se están haciendo, que se llaman "Timeline", donde me han dado total libertad creativa y estoy superorgulloso del trabajo que estoy haciendo porque pienso que estamos haciendo un diseño de personajes muy actual e innovador y creo que mola bastante. Y, en realidad, intento frenar mis ambiciones, que no tienen freno, por otra parte, para concentrarme solamente en "Dos Espadas 3". Es verdad que me ronda la cabeza proponer una continuación de "Soum", hace mucho tiempo que tengo también un guión de ciencia ficción para hacer un álbum, y estoy continuamente retrasando lo que se llama "La Dame Rouge" y al mismo tiempo hay otro proyecto más que se llama "Gravedad Cero", que no consigo ubicar en mi agenda pero que tengo muchísimas ganas de dibujar. En definitiva, creo que antes de poder acabar todos estos proyectos encontraré una máquina de clonación y podré hacer tres Kennys y cada uno trabajará en un proyecto distinto."



En los últimos meses se nos está vendiendo un mundo ideal del manga en España. ¿Cómo lo percibes? ¿Es todo tan idílico?

"Yo no he visto ese mundo (se ríe). Yo no he visto ese intento de venta, ¿puedo contrapreguntar? ¿Qué es lo que defines como un mundo idílico del manga? Te puedo decir que a nivel profesional no es en absoluto un mundo idílico. El manga en España, como todos los comics en España, está mal pagado y los autores trabajamos aquí por vocación, es casi gratuito. O sea, lo que yo cobro por "Dos Espadas" es infinitamente inferior a lo que cobro por cualquier otro proyecto que haga en el extranjero, así que imagínate que de idílico profesionalmente no tiene nada. A nivel artístico sí que es bastante idílico porque los editores españoles respetan mucho la libertad o la creatividad de los autores, cosa que los editores extranjeros no hacen tanto. 

Te puedo decir que todas las cosas que me compré en el Salón del Manga de este año fueron españolas, y la verdad es que todas las que me he leído me parecen buenísimas. Todavía no me he leído todo, pero me están aportando mucho más los mangas que me estoy leyendo españoles que los mangas que me estoy leyendo japoneses que, a lo mejor es porque ya empiezo a ser viejo, pero me suenan todos un poco a lo mismo. Últimamente he leído "Good night Mare", que me ha gustado mucho. Me ha entusiasmado, pero entusiasmado completamente, "Lêttera 2: Deseos", me ha tenido todo el tomo en tensión, me he reído, me ha parecido humano, me ha parecido original... Hay personajes que son contradictorios, cosa que los japoneses nunca hacen. Los japoneses siempre tienen personajes muy claros, muy determinados y mantienen su rol toda la serie. Bueno, no todos, claro, pero sí que es verdad que es lo normal. Y "Lêttera" me ha refrescado mucho y me ha dado muchas ideas para hacer personajes en esa dirección. Me estoy acabando de leer ahora "Mala Estrella" que me está gustando bastante; un universo de ciencia ficción bastante interesante. Me estoy leyendo "Gears", me he leído "El Síndrome del Hilo Enredado" (Entrevista con los autores de "El Síndrome..."), que siendo un cómic que no era del género que suelo leer normalmente, me ha gustado mucho, me lo he leído en una sentada y es muy divertido, muy majete, muy simpático y noto que la autora es nacional, y noto que hay muchas referencias a nuestra cultura, que me gusta notarlas en los tebeos. Así que en verdad, a nivel artístico  sí que me parece idílico porque tenemos unos artistas del tamaño de gigantes, entonces desde ese punto de vista creo que tenemos una suerte asombrosa, no creo que haya tanta gente tan buena haciendo manga nacional en otros países, los conoceríamos ya. O sea, que en ese aspecto sí que lo es.


Desde el punto de vista de la industria, no lo es en absoluto. Yo la verdad es que noto, de un tiempo a esta parte, desde que salió "Dos Espadas", donde el público apoyó muchísimo la línea Gaijin, y estaba supercontento y me parecía un público entusiasta y que había confiado en nosotros, ahora noto mucho rechazo y mucha crítica que no acabo de comprender, noto mucho debate que no entiendo. Noto muchas disputas sobre si es manga o no es manga, este tipo de cosas... Noto un criterio muy  exigente, mucho más exigente con los autores nacionales, que apenas cobran, que son jóvenes que hacen su primera obra..., se les exige muchísimo más que a autores japoneses que cobran y que llevan ya un montón de títulos publicados y que están respaldados por editoriales superpoderosas y que tienen asistentes. Creo que no se nos pasa por el mismo rasero. Así que a nivel de público quizás estoy un poco decepcionado, o sea que esa parte de un mundo perfecto yo no la veo. Por otra parte hay gente que es magnífica, que viene y aprecia tu tebeo, tu trabajo y son fans de tu cómic, o sea que no creo que sea algo general, creo que sencillamente hay una parte del público que es más reacia. 


En cualquier caso nada es idílico, por mucho que te lo vendan, nada lo es, nunca. Yo tengo una frase que me dijo Horacio Altuna, que es uno de mis grandes maestros, que es que no existe Hollywood. Siempre te dicen que Hollywood es otra cosa. Cuando publicas en España te dicen que es Francia, cuando publicas en Francia te dicen que es Estados Unidos, cuando publicas en Estados Unidos te dicen que es Japón, y la verdad es que no existe Hollywood. No hay ningún sitio ni donde publicar ni leer sea perfecto, lo que ocurre es que todos los sitios, en algún aspecto, son Hollywood, y en otro aspecto, son Brooklyn."




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