La historia, un shôjo, posee una serie de elementos muy clásicos que la hacen reconocible por todos los espectadores, pero al mismo tiempo introduce una serie de elementos que le dan un aire nuevo y refrescante.
La principal ventaja de la obra son sin duda sus protagonistas, a los que podríamos denominar "atípicos". Por un lado tenemos a Shizuku, la protagonista, una loca de los estudios. Su papel es similar al de "cenicienta", nadie es capaz de percatarse de su belleza ya que se encuentra debajo de su apariencia. En el caso de Shizuku, su apariencia viene oculta por su personalidad y actitud.
Precisamente es esta actitud y personalidad "retorcida" la que diferencia a Shizuku de su patrón, y la que le confiere una gran relevancia al mismo, al no tratarse de un personaje agradable y simpático, sino a una loca de los estudios y competidora innata.
A pesar de ello, Shizuku atraerá la atención de dos chicos, formándose el trío clásico, aunque en estos 13 episodios existe una pareja definida y un pretendiente no confeso, que empieza a cobrar relevancia hacia el final de la producción
El protagonista masculino recae en Haru, otro personaje curioso. No se trata como en las producciones más clásica de un "principe", aunque en ocasiones pueda jugar ese rol, en realidad se trata de una persona violenta y con problemas para relacionarse, a pesar de su deseo de encontrar amistades.
Es el deseo de encontrar amistades el que mueve a la producción y hace que esta avance, y al mismo tiempo sirve para introducir a nuevos personajes. Como es habitual en estas producciones, existe un nuevo personaje femenino que se convierte en la competidora de Shizuku, aunque se trate de una competidora no confesa.
Al mismo tiempo se introducen a dos amigos que nos presentan una nueva relación amorosa basada en un trío/cuarteto aunque no se llega a desvelar abiertamente, aunque se insinúa de una forma muy clara. No obstante estos personajes, sobretodo el femenino son utilizados para introducir nuevos elementos dramáticos y para sacar a Shizuku de su zona cómoda.
A medida que la producción avanza, las diferentes personas que se encuentran con Shizuku la sacan de su zona común, pero al mismo tiempo son utilizadas para introducir elementos dramáticos que tienen que ver con el pasado y la personalidad de cada uno de los personajes. Esto nos permite profundizar en aspectos propios de la construcción de cada uno de ellos, siendo todos ellos coherentes con las diferentes personalidad.
Y es que a pesar de que posee muchos patrones de las típicas producciones shôjo, sus peculiaridades, el buen ritmo y los golpes de humor hacen de esta producción una de las más entretenidas del pasado año y una gran oferta para su visionado.
La obra posee 13 episodios, pero su final real se produce en el episodio 12, el de mayor carga emotiva, siendo el episodio n´`umero 13 una historia más autoconclusiva que no supone un verdadero final respecto a los acontecimientos precedentes.
Por: Iván Rodríguez
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