El viernes, Estados Unidos y Filipinas han comenzado unas maniobras militares conjuntas de gran escala en la Isla de Luzon que tendrán una duración de 13 días. En ellas participarán 8.000 miembros de las fuerzas armadas estadounidenses y filipinas. Una aeronave de transporte estadounidense Osprey procedente de Okinawa, Japón, participará en los ejercicios militares.
En una ceremonia celebrada para dar comienzo a los ejercicios, el secretario filipino de Asuntos Exteriores, Albert del Rosario, ha dicho que las maniobras de este año llegan en un momento crucial. Refiriéndose aparentemente a la situación con China, del Rosario ha declarado que el reclamo exagerado y excesivo de territorios y aguas supone un grave peligro para la estabilidad y la paz en la región.
Filipinas espera aumentar su cooperación con Estados Unidos, Japón y otras naciones para mantener a raya a Pekín. No obstante, también está intentando acercarse a China, invitándola a que participe por primera vez en un simulacro de rescate marítimo realizado sobre mapas al margen de las maniobras conjuntas con Estados Unidos.
Japón, Australia y otras cuatro naciones de la región Asia Pacífico participarán en este simulacro. China, sin embargo, no ha respondido aún a la invitación.
Fuente:
NHK
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