Hace un año el establecimiento, que pertenece a la cadena de grandes almacenes Heiwado y está situado en la provincia de Hunan, resultó gravemente dañado y saqueado por muchos manifestantes. Debido a ello actualmente las autoridades locales de seguridad han bloqueado el acceso a las calles de los alrededores y hay agentes de policía que protegen el interior del edificio.
El establecimiento volvió a abrir un mes y medio después del ataque y los clientes han vuelto. El gerente, Hiroyuki Tamai, dice que ofrecerá hospitalidad de estilo japonés, conocida como "omotenashi" a los clientes chinos, y cree que no habrá más protestas.
Fuente: NHK
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