Un gobierno local de China impuso nuevas normas que exigen a los barcos de pesca extranjeros obtener el permiso de las autoridades chinas para entrar en las aguas en torno a unas islas en disputa en el mar de la China Meridional.
La provincia de Hainan, en el sur de China, puso las normas en vigor el 1 de enero, provocando protestas de los demás países que reclaman las islas.
Las normas disponen que las embarcaciones e individuos extranjeros deben obtener la aprobación del departamento correspondiente del Gobierno chino para pescar o realizar estudios en las aguas administradas por Hainan. Quienes violen estas disposiciones podrían ser expulsados de la zona o se les confiscarían sus embarcaciones y equipos.
Hainan indica que las normas cubren las islas Spratly y Paracel, reclamadas por China y otros países de Asia. El anuncio se interpreta como un intento chino de hacer valer su demanda territorial.
Un portavoz del Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, a cargo de la política relativa a China, declaró que Taiwán no reconoce las normas chinas y seguirá protegiendo los intereses de su pueblo y sus embarcaciones.
Fuente: nhk
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