En la antigua capital japonesa, Nara, tuvo lugar un tradicional festival en el que se prende fuego a una montaña.
Sacerdotes sintoístas del santuario de Kasuga ofrecieron una plegaria para dar comienzo al festival después de la puesta del sol, a las 6:30 de la tarde del sábado.
Unos 300 bomberos portando cada uno una antorcha encendida prendieron fuego a la montaña de Wakakusayama que se extendió rápidamente por el pasto seco provocando llamas que iluminaron el cielo invernal.
El origen del festival anual no es conocido, pero hay quienes sostienen que la costumbre de prender fuego a la montaña se remonta al siglo X.
Otros consideran que se trata de un ritual para calmar las almas de quienes están enterrados en antiguas ambas en la cumbre de la montaña.
Fuente: NHK
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