Shimizu y su equipo dicen que, después de tres días de cultivo, el tubo empezó a contraerse rítmicamente como un corazón normal, y confirmaron que era capaz de generar presión y de bombear.
Según aseguran, es la primera vez que se crea un tejido similar al del corazón a partir de células iPS.
El profesor Shimizu señala que su grupo se propone desarrollar un método para trasplantar este tipo de tubo bombeador a las venas para tratar corazones que se hayan debilitado por una enfermedad.
Fuente: NHK
No hay comentarios:
Publicar un comentario