Residentes de origen kurdo, minoría de Oriente Próximo, realizaron un festival tradicional para profundizar vínculos con los habitantes de la ciudad japonesa en la que viven.
Muchos miembros de esta etnia residen en la ciudad de Warabi, prefectura de Saitama, al norte de Tokio.
Para dar a conocer a los japoneses su cultura presentaron el antiguo festival de Newroz, que se celebra en esta época del año.
El viernes se congregaron en el parque del centro de la ciudad unas 300 personas, incluidos ciudadanos japoneses, en donde pudieron ver a mujeres de la etnia kurda bailar vistiendo coloridos trajes tradicionales.
Los asistentes pudieron también degustar un plato de Oriente Próximo de cordero a las brasas.
Uno de los organizadores del festival manifestó el deseo de que la gente conozca la cultura de la etnia kurda, comunidad que desea construir una relación de amistad con los japoneses.
Fuente: NHK
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