Al parecer, la investigación sobre Zhou Yongkang, ex integrante del principal organismo de toma de decisiones de China, refleja la determinación del presidente Xi Jinping de castigar duramente los casos de corrupción.
El mandatario chino decidió dar prioridad a este problema poco después de asumir el cargo en noviembre de 2012.
El Gobierno de Xi Jinping puso de manifiesto su actitud ante la corrupción el año pasado durante el juicio de Bo Xilai, ex jefe del Partido Comunista en Chongqing.
En esa ocasión, en un hecho sin precedentes, el tribunal decidió publicar en un sitio web de redes sociales los detalles del juicio. Bo, descendiente de altos funcionarios del partido, gozaba de un gran poder en la política china e incluso se decía que en el futuro pasaría a formar parte de la elite ejecutiva del país.
Según algunas fuentes, Bo y Zhou estaban tramando echar abajo al Gobierno de Xi Jinping. Se dice que Zhou, que dirigía las operaciones de la industria relacionada con el petróleo y estaba encargado de la seguridad, tenía un poder enorme.
La intención aparente de Xi Jinping es mostrar a la ciudadanía su seriedad para eliminar la corrupción llevando a juicio a Zhou. También se piensa que saldrá beneficiado con los contactos de éste en el sector petrolero y los servicios de seguridad.
Fuente: NHK
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