La cinematografía de Hong Kong es una de las más importantes del mundo, tanto en cantidad de producción, como en el número de exportaciones que realiza.
Hong Kong ha disfrutado de una serie de características peculiares que le permitieron aumentar su peso cinematográfico.
Se trata de una de las tres vertientes cinematográficas chinas. Se éxito se debió a la libertad creativa que se permitía en el territorio como consecuencia de la soberanía británica. Esta libertad facilitaba la creación artística, no debemos olvidar que tras la revolución cultural china, muchos género se prohibieron, encontrando en Hong Kong un lugar donde realizarse.
Además, Hong Kong, a diferencia de las otras dos industrias chinas, las obras se realizan en cantonés y no en mandarín.
Hong Kong es una industria cinematográfica altamente comercial, no ha recibido subsidios ni cuotas, por lo que se ha dedicado sobretodo a producir productos que agradasen al público, siendo la mayoría de las producciones o comedias o películas de acción.
Las obras de Hong Kong se caracterizan por una gran influencia de la historia cinematográfica americana, de la que toman muchos patrones. Estos patrones americanos de la industría de Hollywood se emplean y mezclan con obras.
Hong Kong durante el tiempo que era colonia inglesa poseyó una gran ventaja, la primera es que el gobierno chino promovía el mandarín sobre el cantonés, por lo que la industria de Hong Kong se transformó en el centro cinematográfico de uno de los principales idiomas de China.
Además géneros que gozaban de gran popularidad, como el Wuxia se siguieron realizando aquí, mientras que en la industria de la china continental se prohibían.
Con la Segunda Guerra Mundial, la ocupación Japonesa, la guerra civil china o la instauración del gobierno comunista, en la China continental se produzco una éxodo de creativos que se refugiaron en Hong Kong, lo que convirtió a la industria en la más importante de China, superando a la de Shanghai.
En esta época el cine de Hong Kong empieza a rodar películas en mandarín, creándose una segunda industria. Las películas en cantonés y mandarín se diferenciaban porque estas segundas eran más lujosas al poseer un mayor mercado y contar con el prestigio de los exiliados chinos en la dirección.
En lo referente al cine de acción, la vertiente en mandarín se caracterizo por películas del género wuxia. A mediados de los 60' se produce una reinvención del género como consecuencia de la influencia del cine de samurais procedentes desde japón.
Los directores más importantes de esta época fueron los hermanos Shaw. Sus películas se caracterizaron por reducir la fantasía de sus obras centrándose en la visualidad de los enfrentamientos con acrobacias y violencia.
En el otro lado, el cine en cantonés se especializó en el género de artes marciales de bajo presupuesto, las cuales también gozaron de gran popularidad. Entre estas destacaban las películas de Kung Fu cuyo número de producciones fue considerable.
Además, la industria en cantonés siguió produciendo wuxia, aunque no contaban con los altos presupuestos que se daban en la industria en mandarín. A pesar de ello, estas películas poseían una gran popularidad.
A pesar de ello, la fortaleza del cine en mandarín hizo que se tranformase en la principal industria de la zona, relegando a la industria en cantonés a la televisión. Esto hizo que la industria en cantones aumentase su fama dentro de la zona. La expansión del cine en mandarin facilitó que se empezasen a realizar obras de Kung Fu en esta vertiente de la industria.
En los 70' la productora de los hermanos Shaw dominaría el panorama cinematográfico. No obstante, el panorama cambiaría pronto. Ejecutivos de esta compañía la abandonaron creando nuevos estudios, y dando oportunidad a autores locales como el mítico Bruce Lee.
Además, el éxito en televisión de las producciones en cantonés provocó el retorno de estas, que en los 80' triunfaría finalmente.
La indistria en cantonés se elevaría a lo más alto en el marcado del este asiático, llamando la atención de occidente. Los 80' significo una reinvención, se pulió la técnica y se buscaban películas visualmente más llamativas. Fue en esta época donde el género de acción se convirtió en el estilo por excelencia, y aquel que predominaba en la industria.
Gran parte del éxito vino dado por el aumento de las exportaciones. Hasta este momento, la industria en cantonés se mantenía por el marcado interno, pero en los 80' el mercado exterior supone el ingreso de gran cantidad de dinero.
En los 90' todo cambia, y el sector entra en crisis por diversos factores, como la competencia con los títulos de Hollywood, el descenso de las exportaciones o el retorno de la colonia a China, lo que perjudicó a la industria por la inclusión de la censura.
Actualmente el sector se intenta recuperar de este aspecto.
Por Iván Rodríguez
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