La región fue azotada por un potente terremoto y tsunami hace dos años y cuatro meses.
En las zonas costeras de las prefecturas de Iwate y Miyagi las viviendas se están desplazando a lugares más altos. En algunas localizaciones, se está elevando el terreno para que no se inunde si sobreviene un tsunami.
Es probable que los trabajos lleven más tiempo de lo que se esperaba, obstaculizados por la dificultad de adquirir terrenos y de contar con mano de obra.
En la prefectura de Fukushima el Gobierno local está permitiendo el acceso a zonas en las que antes estaba prohibido por su cercanía a la dañada central nuclear. Sin embargo, el retraso en las labores de retirada de materiales radiactivos y de escombros implica que cerca de 150.000 evacuados aún no podrán volver a sus domicilios.
Algunos de ellos padecen problemas de salud a causa del estrés y la ansiedad que les genera la incertidumbre en torno a su futuro.
Dependencias gubernamentales afirman que la cifra actualizada de defunciones por el terremoto y tsunami de 2011 es de 15.883, mientras que 2.667 personas continúan desaparecidas.
Además, hasta el 31 de marzo de este año, otras 2.688 personas habían fallecido tras ser trasladadas a refugios y viviendas temporales.
Fuente: NHK
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