La Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), encargada de la gestión de la central nuclear Fukushima Uno, ha explicado que bombeará agua subterránea en más zonas cerca de un tanque de almacenamiento para evitar que el agua contaminada se extienda.
En agosto, se produjo una fuga de más de 300 toneladas de agua de un tanque cerca del reactor número 4. Por ello, TEPCO cavó pozos para determinar la magnitud de la fuga.
La firma ha declarado que había detectado el lunes 220.000 becquerelios por litro de sustancias emisoras de rayos beta en agua extraída de un pozo situado 10 metros al norte del tanque.
Para evitar que el agua contaminada se extienda, TEPCO ha decidido cavar cinco pozos más cerca del tanque, que se sumarán a los ya existentes cerca del mar. La firma empezará a bombear agua a principios de noviembre. En concreto, extraerá unas 10 toneladas al día y las almacenará en un tanque especialmente diseñado para tal fin.
Han pasado más de dos meses desde que se descubrió la fuga en el tanque. Sin embargo, se desconoce todavía el alcance que ha tenido en las aguas subterráneas.
Fuente: NHK
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