Crecen los temores por la seguridad en Bangkok, capital de Tailandia, tras una mortal explosión del domingo.
El estallido, ocurrido cerca de una intersección donde estaban concentrados manifestantes contra el Gobierno, tuvo un saldo de tres muertos y más de veinte heridos.
Según reveló la Policía el lunes, se sospecha que una granada fue arrojada a los inconformes. Se trata del último incidente en una serie de atentados con bomba contra manifestantes antigubernamentales.
Los inconformes afirman que estos ataques son obra de individuos que apoyan al Gobierno.
Fuente: NHK
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