Las regiones devastadas por el desastre del 11 marzo en Japón están tratando de decidir qué ruinas deben conservar como monumentos conmemorativos utilizando un sistema de asistencia del Gobierno.
El Gobierno central anunció que cubrirá los costos iniciales para conservar un monumento por cada ciudad, localidad o pueblo en las zonas afectadas.
Esto responde a la opinión de que tales monumentos son necesarios para transmitir a las generaciones futuras las lecciones aprendidas de la catástrofe.
En las prefecturas más afectadas, Miyagi e Iwate, hay más de veinte sitios candidatos, pero por el momento solo se ha decidido definitivamente la conservación de uno de ellos, ubicado en Iwate, utilizando la ayuda del Gobierno.
Fuente: NHK
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