El Ministerio japonés de Salud y Bienestar ha inaugurado en un hospital de Kusatsu, una localidad de la prefectura de Gunma, al norte de Tokio, un museo dedicado a los enfermos de lepra.
La institución, cuyo objetivo es concienciar al público acerca de los derechos humanos, se inauguró el miércoles, y a la ceremonia de inauguración asistió, entre otros, Osamu Sagawa, un hombre japonés que padeció esta enfermedad.
Sagawa afirmó que muchas personas inocentes fueron víctimas de una segregación forzosa debido a la enfermedad, y señaló que sus vivencias se deben transmitir a las futuras generaciones para que la historia no se vuelva a repetir.
En el museo se exhibe una réplica de unas instalaciones en las que se castigaba a aquellos pacientes que habían sido juzgados como desobedientes.
La zona del hospital en la que se recluía a los enfermos de lepra desobedientes estuvo en funcionamiento desde 1938 hasta 1947. En ese tiempo, 93 personas fueron encerradas allí, y 23 de ellas murieron.
La réplica muestra la duras condiciones en las que vivían los pacientes. Sólo se les daba un edredón fino con el que taparse en un dormitorio sin calefacción durante el frío invierno.
Japón aprobó en 1907 su Ley para la Prevención de la Lepra. Bajo la misma, se obligaba a los enfermos a ingresar en una de las 13 instituciones especializadas de todo el país. Dicha ley se abolió en 2006, pero todavía viven en estas instalaciones unas 2.000 personas.
Fuente: NHK
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