La historia narra la venganza de Hyakkimaru contra los 48 demonios que deboraron su cuerpo al nacer, tras el pacto que el padre de este alcanzó con ellos a fin de obtener un poder sobrenatural que la permitiera vencer a sus enemigos.
En este camino de venganza, conocerá a Dororo, una ladrona que oculta vínculos con esta historia, y que también está buscando su propia redención.
Como suele suceder en los live action de esta época, resulta complicado condensar toda la historia en las dos horas y cuatro del metraje, no obsante la obra es capaz de transmitir el concepto y la historia. El espectador entiende que ha pasado, como han llegado los personajes a esta situación así como sus motivaciones.
Desgraciadamente, los efectos especiales han envejecido bastante mal, lo que posiblemente situará fuera de la historia a los espectadores mas jovenes.
Sin duda se trata de una obra para un público concreto, y no para la gran masa. Del mismo modo, posiblemente habría sido mas correcto y disfrutable la partición de la historia en varias películas a fin de poder elaborar un poco mas la lucha del protagonista con los demonios.
Sin duda la perspectiva ha cambiado tras "Kimetsu no Yaiba", que ha supuesto todo un cambio de paradigma en la industria. No sólo para las series, sino también en las producciones cinematográficas.
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