Para comenzar con la semana del terror, he escogido una de las películas de dicho género más famosas de Corea del Sur, A Tale of Two Sisters (2 Hermanas), protagonizada por Im Soo Jung, Moon Geun Young, Yeom Jeong Ah y Kim Kap Su.
Fue la primera película coreana de este género en proyectarse en los cines de Estados Unidos, que posteriormente tendrá su remake en dicho país, titulado The Uninvited.
Basada en una historia popular de la época de la dinastía Joseon titulada Janghwa Hongryeon Jeon (La Historia de Janghwa y Hongryeong), A Tale of Two Sisters cuenta la historia de dos hermanas que vuelven a casa tras un tiempo de convalecencia en el hospital y son recibidas por su madrastra, que las maltrataba continuamente. Desde el primer día empiezan a pasar cosas extrañas en la casa que no saben explicar.
De las películas coreanas de terror que he visto hasta este momento, puede que esta sea una de las mejores. A pesar de ser bastante confusa y difícil de entender, sobre todo con tan solo un visionado (ya que veces riza mucho el rizo), resulta, por esta misma razón, una película interesante que te obliga a pensar y a meterte en la historia si quieres entender algo.
No es la típica película de terror que se basa en el susto fácil o con tramas muy trilladas, sino que te obliga a reflexionar. En algún momento me resultó tan confusa que tuve que pararla para pensar y eso no es algo que suceda tan a menudo, por lo que se agradece de vez en cuando ver tramas complejas en las películas de terror, siempre que al final se resuelvan de un modo razonable.
Otro aspecto interesante es que deja un final bastante abierto y con un abanico muy amplio de posibilidades. Al terminar de verla saqué mi propia conclusión y al leer opiniones de otros espectadores, me di cuenta de que había muchas opiniones diferentes, que al pensar en ellas, resultaban igual de válidas que la que mía.
En definitiva, es una película indispensable de ver para los amantes del género de terror, sobre todo del terror psicológico, ya que a los que esperen gore se sentirán decepcionados.
Por Laura Aransay
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