Unas 1200 escuelas de Tailandia permanecerán cerradas hoy y mañana en respuesta al aumento de asesinatos de profesores mediante armas y bombas, que se están llevando a cabo en el sur del país por supuestos rebeldes musulmanes.
La primera ministra Yingluck Shinawatra visitará Pattani para mostrar su apoyo a las víctimas y para garantizar el aumento de la seguridad en los centros educativos.
El último ataque de estas características tuvo lugar el martes cuando un grupo de insurgentes abrió fuego contra el colegio Bann Bangor en Pattani y murieron el director y un docente que estaban comiendo en el interior. Unas horas antes, murieron una niña de años, una mujer de 23 y dos hombres de 37 y 74 al ser tiroteados por cuatros separatistas musulmanes en una tetería de la provincia de Narathiwat.
Los ataques suelen ir dirigidos contra supuestos informantes y profesores, a los que los insurgentes acusan de imponer las culturas budista y tailandesa en provincias con mayoría de musulmanes.
Los insurgentes exigen la creación de un Estado islámico que englobe las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala, que anteriormente configuraron el sultanato de Pattani y que fue anexionado por Tailandia hace cien años.
Desde que en 2004 reanudaron la lucha armada, han muerto en esa región tailandesa más de 5300 personas.
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