"Despedidas" es una película japonesa de 2008, y una de las mejores obras que esta cinematografía ha producido recientemente.
La película fue la gran sorpresa de la ceremonia de los Oscar de 2008 (celebrada en 2009), al ganar el Oscar a mejor película de habla no inglesa sobre las grandes favoritas en aquella edición ("Vals and Bashir" y "Entre muros").
La película es una historia íntima que no posee el mensaje "profundo" que poseían las otras candidatas, no obstante su mensaje más intimo y cercano consigue triunfar en un película "intimista" que cuida los detalles en su narración.
Una narración basada en la pausa y la lentitud narrativa para contar una historia sobre un músico frustrado que consigue un trabajo en su ciudad natal, a donde ha vuelto junto con su mujer. Este trabajo está vinculado con la "funeraria", por lo que decide ocultárselo a sus familiares y amigos cercanos.
La película cuida el detalle de las imágenes, como si de un baile se tratase, y todo ello lo acompaña de una excelente banda sonora muy acorde con la narración que se nos presenta.
No se trata de una obra donde los personajes posean un trauma gigantesco que les impide avanzar en su vida, sino que sus traumas están ahí pero no son el eje en sí de la obra. Es una obra más cercana al día a día de la sociedad del momento.
Se trata de una película que recupera los elementos narrativos tradicionales de la cinematografía japonesa más clásica, como son los planos vacíos o las largas secuencias.
La película es una poesía visual para acrecentar el mensaje que se nos está presentando. Sin duda una de las mejores películas del reciente cine japonés.
Por Iván Rodríguez
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