Esta película supuso el debut cinematográfico de la actriz china Zhang Ziyi, que también trabajo en "Tigre y Dragón", "Hero", "La Casa de las Dagas Voladoras" o "Memorias de una Geisha".
Esta película la tenemos que situar en la cinematografía china enfocada al comercio exterior, pero a diferencia de las obras posteriores, esta es una obra previa al éxito de "Tigre y Dragón", por lo que cobra un especial interés.
En ella no encontramos los recursos narrativos que las posteriores obras del género wuxia que se pondrán de moda en la cinematografía china enfocada al comercio exterior.
La obra nos cuenta el regreso de un joven de negocios a su pueblo para el entierro de su padre. Este viaje sirve para recordar la historia de sus padres, su juventud y su relación.
La película representa el conflicto generacional, y la evolución de la sociedad y de China en general. En el se confronta una nueva generación con la anterior, las tradiciones milenarias con las nuevas costumbres, el respeto por las tradiciones con la cambio y la evolución, etc.
La película está acompañada por una excelente fotografía que acompaña a la narración acrecentandola, convirtiendo a la película en un espectáculo visualmente atractivo, pero sin duda lo fundamental es que la calidad fotográfica esta a la par con la narración.
La fotografía se convierte en un vehículo para acrecentar el mensaje que la obra expone, haciendo que llegue de una manera más comprensible al espectador, aumentando la información que este adquiere por el visionado de la obra.
Se trata de una de las grandes producciones recientes de la cinematografía china, no basada tanto en los efectos especiales, o las luchas, sino como en la historia y en conflicto común y comprensible en todo el mundo, si bien la tradición puede ser distinta, en todos los países se puede producir conflictos generacionales.
Por Iván Rodríguez
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