Película dirigida por Yasujiro Ozu en 1950.
No se trata de uno de los títulos más conocidos del director, pero personalmente considero que es una de las obras que mejor representan una de las tramas recurrentes en la filmografía de Ozu: el conflicto de la modernidad vs. la tradición.
La historia se centra en dos hermanas, dos hermanas que representan dos visiones de una misma familia, la hermana mayor más tradicional y la hermana menor más "moderna". Tokio vs. Kioto, las tradiciones vs. la occidentalización, etc. Un conflicto muy presente en la sociedad japonesa de posguerra (aunque vivirá su apogeo en los 70'), no tanto por una confrontación sino por la realidad que atravesaba el país.
El conflicto aquí se representa en las propias hermanas, cada una representación de un Japón, a pesar de que la influencia de la otra genere distorsiones en los conceptos.
Este conflicto se presenta desde el inicio, si nos fijamos en la vestimenta de ambas podremos observar que la hermana mayor irá siempre en Kimono, mientras que la menor usará ropas de estilo occidental. Dos realidades de una misma familia, dos realidades de un mismo país.
Este conflicto permanece presente, aunque no es lo que en realidad construye el film, sino que este se construye a partir del regreso de un antiguo amor. La hermana menor pretende emparejar a su hermana mayor con él, para así dejar a su marido, un alcohólico. El problema se presenta en que en realidad la hermana menor también está enamora de él.
Es entorno a esta trama donde surge la trama de los valores, de la tradición, de la costumbres... en definitiva, de la sociedad de Japón en aquel momento.
En definitiva, uno de los dramas que mejor representa ciertos valores narrativos persistentes en la filmografia de uno de los principales directores del séptimo arte.
Por: Iván Rodríguez
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