Ya es indiscutible que el PLD ha obtenido la victoria en las elecciones, pero no sólo eso, sino que su victoria a abrumadora y le confiere más de 2/3 del parlamento.
Con esta mayoría el futuro gobierno se asegura una gran capacidad de actuación la próxima legislatura.
Entre las acciones ha realizar, se prevé una reforma de la constitución de 1947 que permita la formación de un ejercito, que vendría a sustituir a las Fuerzas de Autodefensa (Esta fue una de las medidas que se impusieron tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial).
Esto vendría a reforzar la idea de mantener unas relaciones más duras con China, como consecuencia del conflicto por las Islas Senkaku. Abe ha prometido fortalecer a Japón en este aspecto, aunque no rechaza la vía diplomática, que favorezca los lazos entre ambos países.
En el ámbito económico tiene previsto la inversión de grandes cantidades de dinero para reactivar la economía japonesa, así como un política monetaria dura que en cierto modo está basada en la depreciación del Yen para favorecer las exportaciones.
En lo referente a materia energética, el PLD se ha mostrado a favor de mantener las centrales nucleares, a pesar del incidente de Fukushima.
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