El cine, desde su nacimiento, se ha nutrido de los recursos que viene usando la literatura a lo largo de su historia, sobre todo de la literatura del siglo XIX.
A pesar de todas las similitudes, es evidente que los dos medios tienen formas diferentes de expresión:
- En cine, los diálogos, espacios y acciones se dan simultáneamente; en literatura, de forma sucesiva.
- En cine, la narrativa normalmente se encuentra en presente; en la novela, en pasado.
- En cine, la acción y descripción se dan al mismo tiempo; en la novela, por separado.
El cine tiene una capacidad de síntesis superior a la de la literatura y puede contar más cosas en el mismo tiempo. A la hora de hacer una adaptación, el cine debe usar sus propios recursos para expresar la esencia de la obra literaria en la que se basa, utilizando la música, las palabras, la composición de la imagen, los movimientos de cámara.
No siempre las adaptaciones cinematográficas son tan fieles a la obra literaria, algunas solo se basan parcialmente en algunos aspectos pero no buscan tener la misma esencia o generar sentimientos análogos.
El cambio del lenguaje literario al visual no es sencillo, ya que muchas veces las novelas se recrean mucho en las descripciones dejando más de lado la acción. También hay que saber seleccionar minuciosamente las partes de la novela que queremos adaptar porque tengan más fuerza o más interés. Hay que tener en cuenta que la literatura y el cine son medios diferentes que usan recursos diferentes y también que la persona que realiza una adaptación cinematográfica se basa en su experiencia como lector de la obra literaria, por lo que puede matizar más algunos aspectos que son menos importantes en la novela y viceversa, según su propio criterio.
Por Laura Aransay
Bibliografía:
Relación entre el cine y la literatura
Hacia una teoría de la adaptación: Cinco modelos narrativos latinoamericanos
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