Reseña videojuego: Final Fantasy X

La saga Final Fantasy se ha convertido en todo un clásico de los videojuegos, y en toda una referencia para este sector.

En esta ocasión os quiero hablar de Final Fantasy X, el primer título de la saga para la PS2 desarrollado por Squaresoft , actual Square Enix. 

Presentado en 2001 es uno de los 20 videojuegos más vendidos de la historia superando los 10 millones de unidades vendidas, lo que le convierte en el segundo juego de la saga en número de ventas, y considerado como uno de los mejores videojuegos de la historia (La revista famitsu lo eligió como el mejor).

Este juego supuso un gran cambio dentro de la propia estética de la saga, no en vano este fue el primero en realizarse para PS2 y en aprovechar sus potencialidades. 

Este fue el primer producto de la saga en incluir diálogos de los personajes dentro de las secuencias de vídeo del juego, algunas de ellas con una notable calidad y cuidado técnico, acompañadas de un potente desarrollo visual de la animación creada por ordenador en 3D.

Los avances en estos vídeos no sólo se limitan al ámbito de los videojuegos, sino de la animación en sí, ya que Final Fantasy X incluía un amplio registro en las expresiones faciales de los diversos personajes.

El éxito, basado en la historia y el poder visual del juego, construido con cuidado y esmero, llevo a Final Fantasy a ser el primer videojuego de la saga en tener una secuela y a que en 2011 se decidiese la remasterización del mismo pasa PS3 y PS Vita.

Centrándonos en la trama, esta se centra en Tidus una joven estrella que consigue salvar su vida del ataque de Sinh gracias a la intervención de Auron, un amigo de la familia. Cuando Tidus se despierta se encuentra en un lugar que no conoce. Desorientado busca refugio pero será atacado y rescatado por Rikku, y aquí será donde comience su viaje, y donde comience la aventura. 

Pero como todo guión, la aventura no es suficiente, sino que es preciso crear una historia de amor y supervivencia a lo largo del juego, y esta es la que se crea, origina y crece entre Yuna y Tidus.

Sin duda uno de los grandes aciertos del juego son su personajes, construidos todos ellos de una forma carismática y con interesantes personalidades. Cada personaje funciona como una unidad independiente con su propia historia que influye e interviene a lo largo de toda la acción, completando el juego con diferentes subtramas que ayudan a profundizar en la historia de todos los personajes, y al mismo tiempo ayudan a avanzar en la historia principal del juego. 

El juego no presenta tantos personajes principales (o pertenecientes al equipo principal) como otras entregas de la saga, lo que ayuda a profundizar en la historia de cada uno de los personajes que componen el equipo, al mismo tiempo el enemigo conocido y el objetivo a alcanzar desde el comienzo, facilita  que en este aspecto el misterio a resolver se mantenga muy presente, no generando historia terciarias, y pudiendo aumentar la presencia de las historias de los personajes.

Si bien, el juego posee un marcado camino a recorrer por los personajes para conducirlos hacia la conclusión del mismo, lo que al mismo tiempo limita las opciones de libertad de jugabilidad por parte del jugador, no obstante este aspecto se intenta suplir con una mejora de los gráficos y una profundidad en la historia y los personajes, que hacen que es jugador se centre en estos aspectos. 

A pesar del marcado camino, el juego aún presenta una serie de opciones que hacen que cada partida sea única, como es el caso de los eones, que no existe la obligatoriedad de poseerlos todos, al parmanecer tres de ellos ocultos. Así como los clásicos mini-juegos o mini -aventuras que no influyen en la trama principal pero que completan la historia con datos no imprescindibles.

Esta clase de matices hacen que los diferentes jugadores posean diferentes visiones del juegos y experiencias.

Esto se percibe en el tablero de esferas, con diferentes matices y opciones que llevará a cada personaje a desarrollarse de una manera diferente. Este tablero presenta zonas cerradas, la posibilidad de entrar en el ámbito de otro personaje etc. 

Lo que obliga esta estructura es a marcar una serie de objetivos en el desarrollo de los personajes más alla de la elección en una lista cerrada. 

Por: Iván Rodríguez