Se trata de un intenso drama romántico, en un película con un especial belleza y en la que a penas se muestran diálogos.
La película nos cuenta la historia de Tae-Suk un indigente que se cuela en casas ajenas, aunque no para robar o causar destrozos. Él las ocupa mientras están asuntes y come algo de comida, pero como retribución y gratitud realiza la colada o arregla algunos desperfectos que haya en la casa.
Un día en su camino se encuentra con Sun-Hwa una ex-modelo que se encuentra prisionera de su marido que la maltrata y la mantiene oculta a su sombra.
Ambos son unidos por el destino, pero la realidad no quiere permitir que estén juntos. La separación de ambos no es posible, ya que sin decir palabras se entienden y comprenden como si fuesen almas gemelas.
Si quieren permanecer juntos tendrán que hacer frente a los problemas que se les presenten, y afrontar su destino, hallando su propio camino. Para terminar con un final romántico y de notable belleza que impresionará por su buen rodaje.
Se trata de un película de belleza en su composición y puesta en escena, con un poderoso mensaje basado en el aspecto visual y en el propio poder del silencio. No es una película muda, sino que los diálogos se mantienen en mínimos para resaltar el poder del silencio y la compenetración de los personajes.
Por: Iván Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario