Sismólogos japoneses empezaron a instalar una red submarina a gran escala integrada por sismógrafos y grabadoras de tsunamis en el océano Pacífico a lo largo del lecho marino del este de Japón.
El Instituto Nacional de Investigaciones para la Ciencia Terrestre y la Prevención de Desastres planea completar en aproximadamente dos años este proyecto, que abarca todo el país.
El martes, un barco empezó a instalar instrumentos en el mar frente a la prefectura de Chiba, vecina a Tokio.
Entre los aparatos hay sismógrafos y grabadoras que detectan tsunamis observando los cambios en la presión del agua.
Los equipos, que se encuentran dentro de tubos metálicos, se están instalando en 150 lugares del lecho marino a ambos lados de la fosa de Japón. Los datos de las observaciones serán enviados por medio de un cable submarino de 5.700 kilómetros de longitud.
Si ocurre un sismo cerca de la fosa de Japón, los sismógrafos aportarán datos a la Dirección de Meteorología, emitiendo advertencias de terremoto varias décimas de segundo antes que el sistema actual.
Según un científico del Instituto, se pronostica un terremoto de gran magnitud en la región que rodea la fosa de Japón, donde ocurrieron el terremoto y el tsunami en marzo de 2011.
Fuente: NHK
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