El Ministerio de Industria de Japón planea elaborar una serie de medidas de gran alcance el mes próximo dirigidas a hacer frente al creciente problema del agua radiactiva en la dañada central nuclear Fukushima Uno.
En julio, trabajadores de la central nuclear descubrieron que agua altamente radiactiva estaba llegando al mar mezclada con torrentes de agua subterránea. Por otro lado, en agosto, descubrieron que más de trescientos mil litros de agua radiactiva se habían fugado de uno de los tanques de almacenamiento temporario y total o parcialmente podrían haber llegado al mar.
Las medidas a tomar por el Gobierno para hacer frente a la situación incluyen evitar que agua radiactiva llegue al mar y bloquear o desviar todos los torrentes de agua subterránea a fin de que no pasen por zonas cercanas a los edificios de los reactores.
Se cree que los torrentes de agua subterránea se mezclan con agua radiactiva en los sótanos de los edificios de los reactores.
Mientras tanto, la Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), propietaria de la dañada central nuclear, anunció que este mes varios de sus trabajadores estuvieron expuestos a una dosis de radiación mayor de la permitida debido a que la retirada de escombros acumulados en las cercanías dio lugar a la diseminación de nubes de polvo radiactivo.
Un total de doce trabajadores estuvieron expuestos a una mayor radiación de la permitida en dos oportunidades, el 12 y el 19 de agosto, en frente del edificio que aloja las oficinas centrales de los trabajos de desmantelamiento de los reactores dañados.
TEPCO señala que el polvo radiactivo surgió del techo del edificio del reactor número 3, ubicado al sureste de las oficinas de desmantelamiento. Recientemente, los trabajadores retiraron escombros de gran tamaño del techo del mencionado edificio, facilitando la creación y propagación de una nube de polvo radiactivo acumulado debajo de los escombros.
Fuente: NHK
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