Japón ejecutó este año a 8 reclusos del corredor de la muerte, la mayor cifra de los últimos 5 años.
Según el Ministerio de Justicia, uno de los 8 ejecutados era un hombre que acuchilló hasta la muerte a una persona e hirió a otras 7 en 2008 en la prefectura de Ibaraki, al noreste de Tokio.
La misma fuente afirma que hasta el 26 de diciembre, el número total de reos pendientes de ejecución era de 130.
De media, los convictos fueron ejecutados 5 años y 7 meses después de la confirmación, entre 2003 y 2012, de sus sentencias de muerte.
Los cinco ejecutados de este año recibieron la pena capital antes de lo que es habitual. Dos fueron ejecutados tan sólo 16 meses después de que se confirmaran sus sentencias. El ministerio no hace públicas las razones por las que se establece la fecha de la ejecución en cada caso.
Varios miembros de la Federación de Colegios de Abogados de Japón han pedido más transparencia sobre la pena capital en el país.
Fuente: NHK
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