El Ministerio del Medio Ambiente de Japón afirmó que bañarse en aguas termales es seguro para las mujeres embarazadas, negando la política sostenida por el país desde hace décadas.
El jueves, el Ministerio enmendó sus directrices relativas al baño por primera vez en 32 años.
Funcionarios del Ministerio anunciaron que los expertos consultados determinaron que la teoría sostenida por los especialistas en el pasado carece de fundamento científico. Esta teoría afirma que las mujeres en las primeras y las últimas etapas del embarazo deben evitar bañarse en aguas termales, ya que su condición física es inestable durante esos períodos.
Las nuevas directrices también mencionan beneficios adicionales derivados del uso de aguas termales, entre ellos posibles mejorías en los síntomas causados por la depresión, así como por trastornos nerviosos y del sueño.
Fuente: NHK
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