La misa, en la que se oró por la paz y la reconciliación en la península Coreana, se llevó a cabo en la catedral de Myeongdong, en el centro de la capital.
Entre los participantes e invitados por una organización católica había personas que han huido de Corea del Norte y mujeres obligadas a prostituirse para el ejército imperial japonés durante la Segunda Guerra Mundial. También se encontraba la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. El papa estrechó manos y habló con los participantes, incluyendo las mujeres antes mencionadas.
Después de la misa, el papa partió rumbo al Vaticano. Es su primer viaje a Asia desde que fue elegido el año pasado.
Durante su estancia de cinco días en Corea del Sur, se reunió con la presidenta Park, conversó con jóvenes católicos asiáticos y ofició misas en diferentes lugares. Las emisoras televisivas surcoreanas dieron una amplia cobertura a la visita papal.
Fuente: NHK
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