Según Kiyoyuki Seguchi, director del Instituto Canon de Estudios Globales, las empresas chinas no fueron capaces de producir tanto como se esperaba, y las exportaciones a Japón, Estados Unidos y Europa crecieron a un ritmo lento.
No obstante, el experto no cree que la economía vaya a desplomarse, ya que el Gobierno chino cuenta con suficiente poder fiscal y financiero para apoyar al sector privado.
Con todo, Seguchi advierte de que China podría volverse menos competitiva si sus líderes no consiguen implantar reformas clave en sectores como la estabilidad social y los derechos de propiedad intelectual.
El experto cree que esto podría causar que las empresas extranjeras dejen de invertir en China.
Fuente: NHK
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