Quienes residían en áreas de siete municipios alrededor de la central nuclear designadas parte de la zona de evacuación a las que se prohíbe la entrada por los altos niveles de radiación deben requerir permiso para ingresar en la zona.
Un grupo de residentes de la localidad de Okuma explicó que desean que la gente sepa que el impacto del accidente continúa vivo. La localidad de Okuma es una de las dos que sirven de sede a la central nuclear dañada.
Los residentes planean organizar una excursión de dos días que saldría de Tokio para visitar las oficinas municipales y un centro comercial a varios kilómetros de la central nuclear.
Los participantes de la visita tendrán que llevar la adecuada protección para observar la zona de entrada prohibida desde el interior de un autobús además de las obras de reconstrucción fuera de esa zona.
Fuente: NHK
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