El sector se encuentra en el punto de mira, como consecuencia de los altos índices de padres (el 89%) que consideran que los juegos violentos son perjudiciales para los niños, y que estos pueden incitar a cometer actos como los que han acontecido recientemente en Estados Unidos.
El senador de Virgina Occidental ha pedido que se estudie los efectos de este tipo de juegos en los niños.
Se inicia de esta forma un debate que promete ser intenso y complicado. ¿Vosotros que opináis al respecto?
Fuente: ANN (Noticia completa aquí --> Inglés )
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