Esta utilizad propagandística y alineadora queda muy constante durante los conflictos armados, durante los cuales los gobiernos influenciaban las producciones para obtener una visión favorable de la opinión pública, así como para instaurar una serie de valores en la sociedad.
Esta labor adoctrinadora y de implantación de valores es la sociedad era uno de los pilares fundamentales de algunas de las cinematografías beligerantes durante la segunda guerra mundial.
El cine bélico suponía un gran paralelismo con la situación que se estaba viviendo en la realidad, y por lo tanto era considerado un gran medio para hacer difundir estos valores.
Tenemos que entender que las obras poseerán una lectura diferente atendiendo a la época en la que se realizan.
Es durante la Segunda Guerra Mundial cuando el cine bélico como medio de propaganda posee una mayor relevancia historia, favorecida por el asentamiento de cine como un medio de masas, y el gran poderío de los estudios americanos.
La mayoría de los estudios americanos realizarán obras enfocadas o relacionadas con el conflicto, incluyendo a Disney. Obras que promovían la unidad nacional, la lucha contra el fascismo, etc. una serie de valores que se consideraban necesarios en aquella época.
Esta misma situación se repite en los estudios Alemanes de la UFA y los japoneses, los más relevantes fuera del panorama americano en aquella época.
La importancia que el régimen de Hitler le confirió al cine es un dato histórico importante, que no sólo valió para aumentar y profundizar en el estudio del medio, sino también para generar multitud de leyendas, algunas ciertas otras falsas, que poseen el cine como centro.
En cuanto a las películas más propias del género bélico, estas suelen exaltar la figura del heroe y la epopeya nacional.
Por: Iván Rodríguez
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