Así lo afirmó el miércoles en Londres el activista ciego Chen Guangcheng en una conferencia de prensa que organizó Amnistía Internacional.
El año pasado Chen huyó de su vivienda en la provincia china de Shandong, donde estaba sometido a un arresto domiciliario, y se trasladó a Estados Unidos.
Según el activista, las autoridades chinas ejercen un poder que trasciende incluso el del sistema judicial del país, y someten a un gran número de personas a un trato injustificable.
Chen Guangcheng instó al mundo a que emprenda acciones para ayudar a resolver estas violaciones de los derechos humanos, en vez de centrarse en sacar partido del comercio con China.
Fuente: NHK
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