La Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), propietaria de la dañada central nuclear Fukushima Uno, informó que la última fuga de agua radiactiva de uno de los tanques de almacenamiento temporal se debió a un descuido.
Unos 430 litros de agua de desecho con un alto nivel de radiactividad se derramaron al exterior por el borde superior de un tanque el miércoles. El agua en cuestión, contaminada con sustancias que emiten rayos beta, registró un nivel de radiactividad de doscientos mil becquerelios por litro. El límite de radiactividad permitido para verter agua contaminada al mar es de 30 becquerelios por litro.
Ejecutivos de TEPCO informaron que la fuga ocurrió en el tanque ubicado más abajo en una serie de cinco tanques construidos sobre una pendiente y conectados por una tubería común.
Solo el tanque ubicado en la parte más alta de la pendiente cuenta con un medidor de nivel.
Los trabajadores estaban convencidos de que manteniendo el nivel en el tanque superior al 98%; es decir, a 50 centímetros del borde, no habría ningún desbordamiento, incluso en el tanque inferior.
Los trabajadores continuaron llenando el tanque superior con agua de lluvia contaminada que se había acumulado en los alrededores cuando el agua del tanque inferior empezó a desbordarse.
Los ejecutivos de la Compañía de Electricidad afirmaron luego que es muy posible que el agua que se fugó del tanque alcanzara el mar a unos doscientos metros de distancia.
Fuente: NHK
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