Según el Ministerio japonés de Defensa, la munición fue devuelta el jueves a través de Naciones Unidas en Juba, capital del país africano.
El Ministerio había explicado que las fuerzas surcoreanas que se encuentran en el estado de Jonglei habían pedido la munición el mes pasado para proteger a sus propios miembros y a los refugiados de Sudán del Sur.
A este respecto, el Gobierno de Japón afirma que permitió que la unidad suministrara 10.000 balas a las fuerzas surcoreanas como una excepción a la prohibición de exportar armas autoimpuesta por el país, y alegó que lo hacía por razones humanitarias.
Las fuerzas surcoreanas, por su parte, han señalado que devolvieron la munición a Naciones Unidas el viernes pasado, ya que les habían enviado balas desde Corea del Sur.
Fuente: NHK
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