Según las crónicas, en 1611 el rey Felipe III regaló el reloj al fundador del shogunato Tokugawa como agradecimiento por rescatar a la tripulación de un barco español que naufragó frente a las costas de lo que hoy es la prefectura de Chiba, cerca de Tokio.
El obsequio se conserva en el santuario Kunozan Toshogu, en la ciudad de Shizuoka, y ha sido designado bien de importancia cultural.
El monje al frente del santuario, Hidekuni Ochiai, ha expresado su esperanza de exponer la réplica junto al original, que ya no funciona, en el museo del recinto.
Fuente: NHK
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