La medicina regenerativa consiste en un injerto de tejido creado mediante el cultivo de células humanas. Un creciente número de clínicas realiza tratamientos cuya seguridad es dudosa.
La ley propone controlar estas medidas, dividiendo la práctica en 3 categorías según su peligrosidad.
- Los que utilizan células madres, que se consideran de riesgo máximo y requieren la aprobación del ministerio.
- Las técnicas que ya tienen aplicación clínica. Aquí están las que utilizan células del propio paciente. Estas tienen una calificación de riesgo media
- El trasplante de células inmunitarias a pacientes de cancer, tendrá una calificación de riesgo bajo.
Fuente: NHK
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