miércoles, 29 de mayo de 2013

Los expertos aseguran que la salud de los residentes de Fukushima 1 no se resentirá

El borrador de un informe redactado por un comité de la ONU afirma que es posible que sea difícil atribuir efectos en la salud de los residentes en áreas próximas a la central nuclear Fukushima Uno por la exposición a la radiación tras el accidente de 2011. Señala que las dosis que recibieron estuvieron muy por debajo de las que generó el accidente de Chernóbil.


El Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica, que firma el documento, está formado por radiólogos y otros expertos de todo el mundo.

El borrador ha calculado los niveles de exposición en la glándula tiroides, la parte del cuerpo que resulta más afectada por el yodo radiactivo.

Indica que las dosis de yodo en la tiroides no superaron los 82 milisieverts en niños de un año, dentro del radio de 30 kilómetros que rodea la planta, en el momento del accidente y durante la posterior evacuación. Para los niños de un año que estaban fuera de esa zona, el informe estima dosis máximas de 66 milisieverts.

Estas cantidades son unas 60 veces inferiores a las que se dieron tras el accidente de Chernóbil en 1986.

Además, son dosis que están por debajo del valor establecido internacionalmente a partir del cual aumenta el riesgo de padecer cáncer de tiroides. Se dice que este umbral está en los 100 milisieverts.


Fuente: NHK

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