Casi tres años desde que el terremoto y tsunamis de 2011 causaron fusiones nucleares en Fukushima Uno. El Instituto Internacional de Investigación para el Desmantelamiento Nuclear pedirá a 3 expertos extranjeros consejos sobre el proceso de desarme de los reactores de la planta. El instituto fue creado el año pasado para ayudar al Gobierno japonés en el desmantelamiento de los reactores dañados. Sus miembros son la Compañía de Electricidad de Tokio, propietaria de la central, y otras empresas eléctricas, así como fabricantes de equipamientos para plantas nucleares.
Entre los tres consejeros extranjeros está Luis Echávarri, director general del Organismo de Energía Nuclear, perteneciente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Echávarri ha afirmado que se debería redactar un plan claro y que el proceso de desmantelamiento debería ser transparente. El funcionario de la OCDE ha propuesto un presupuesto de varios años para el trabajo, debido a la cantidad de tiempo requerida para el desarrollo tecnológico. Afirma que un marco presupuestario de un año sería extremadamente complicado.
Bajo el plan actual, la retirada del combustible residual de los reactores comenzará en la primera mitad de 2020. Sin embargo, todavía queda por decidir la manera en que se llevará a cabo esta labor, ya que se conocen pocos detalles sobre el estado exacto del combustible dañado que requerirá tecnologías sofisticadas para ser retirado
Fuente: NHK
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